Robert de Sorbon crea en el siglo XIII, un colegio de teología destinado a acoger a los estudiantes que afluyen en París. De siglo en siglo, el colegio juega un papel intelectual fundamental en la vida del reino de Francia. En 1622, Richelieu (el Ilustre Cardinal), en su tiempo director, emprende la construcción de una capilla para recibir su tumba.
Pero la Sorbona es ante todo una universidad, la más antigua de París y que no deja de crecer.
A partir de 1806, Napoleón reorganiza el conjunto del sistema de enseñanza francesa creando la Universidad Imperial para reunir todos los niveles de enseñanzas como las Facultades de ciencias, letras, teología, derecho y medicina.
Las personalidades más famosas de ciencias y de la literatura se siguen en el transcurso de los siglos como en particular la científica Marie Curie, única mujer en haber sido honrada alli.
Hoy el resplandor de la Sorbona atrae a los estudiantes del mundo entero. Sigue siendo el lugar simbólico de todas las universidades y academias de Francia. Este lugar abunda en tesoros arquitecturales como la capilla que abriga la tumba del cardinal Richelieu, la corte de honor, o el gran anfiteatro.
Es de notar también una leyenda persistente : la estatua de Montaigne frente a la Sorbona entregaría un poder mágico. Esta estatua representando al escritor, traería suerte en periodo de exámenes a los estudiantes. Bastaría con frotar de la mano su pie de color dorado y saludar a Montaigne y el éxito escolar sería asegurado ! La superstición estudiante se extiende mismo a todos los otros tipos de deseo !
Paris, s’il vous plaît ! Les recomienda inscribirse en las visitas guiadas para descubrir este lugar atípico y no olvidar entregar su deseo más querido a Montaigne para cerrar su visita.