La catedral de Notre-Dame, a la vez representa el testimonio del peso de la arquitectura francesa y el representativo de patrimonio rico en historia, sigue siendo uno de los edificios más emblemáticos de París. A pesar de que la construcción comenzó en 1163, se tardó más de 170 años para ver el monumento completado: Notre-Dame se convierte en el mayor edificio religioso occidental hasta el siglo XIII. Sin embargo, Notre-Dame ha seguido creciendo: tras el éxito de la obra maestra de Victor Hugo, la catedral fue restaurada en el siglo XIX por Viollet-le-Duc, a quien debemos las 56 quimeras que hoy decoran la galería de las torres.
Ahora un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO, la catedral tiene más de veinte millones de visitantes al año. Las visitas se realizan todos los días son ricas en información esencial para evaluar el verdadero valor de este impresionante monumento lleno de historia!