En el corazón del Marais, a unas calles de la plaza des Vosges, no duden en empujar la puerta de este establecimiento típico de los años 50. Con sus sillas de madera y sus manteles de cuadros, el Vin des Pyrénées es la ilustración perfecta de una taberna parisina de post-guerra. Esta antigua bodega, que operaba en el embotellado de su propio vino, acoge ahora a los enamorados de cocina tradicional. Con su carta fiel a los productos de temporada, el restaurante cultiva el amor de la cocina francesa y de los platos golosos. Caracoles, tarrinas o también foie gras trufado limitan con una amplia selección de vinos regionales y de grandes vinos. No perderse, la famosa costilla de res resaltada con salsa bernesa casera. Mucho más que un simple restaurante con ambiente caluroso, el vin des Pyrénées pretende ser también un lugar de vida ineludible de la calle Beautreillis. Asi propone varias veces por semana conciertos de jazz o noches DJ. Lo necesario para encantar su estómago y sus oídos.

@ vins des Pyrénées

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