El ambiente delicado y acogedor de la Chambre aux Oiseaux tiene con qué seducir a más de uno. Uno se siente enseguida cómodo, entre loza delicada de porcelana, baratijas encontradas en mercadillo, sillones cómodos y cestas de mimbre que rodean el cuadro dorado de los menús. Se ha vuelto en pocos meses el lugar predilecto de numerosas bloggeras en búsqueda de direcciones de encanto, este restaurante está seguro de dejarlos irse con una sola idea : la de volver a ir ya desde el fin de semana siguiente. Y nada como ir el fin de semana, puesto que el brunch es tan encantador como el resto del restaurante. Numerosos platillos los esperan entre las 11 y las 3 de la tarde, entre otros : taboule, hojas de roble, lasañas de pepino, mimolette … La comida se acompaña de panes variados : crujientes, blandos, de cereales, hay para todos los gustos. Pero la atmósfera « vintage » del restaurante llama más bien lo dulce : uno se deja entonces convencer por algunos muffins ingleses y por el tiramisu de frutas rojas (que tiene con qué deleitar a cualquier goloso, con su deliciosa crema y sus numerosas grosellas, moras y frambuesas). Todo acompañado por una bebida, la cual recomendamos primero « el latte », que es a la imagen del lugar : untuoso y aéreo. Probar la Chambre aux Oiseaux, es sin duda alguna volver a ir – con amigos o en familia para hacer descubrir esta dirección.

@ Le chambre aux oiseaux

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