Como su nombre lo indica, Cru hace referencia a todo lo que se come sin cocinar. El chef Fabien Sam presenta un compromiso con la cocina dietética y saludable sin comprometer su sabor.
Se da lugar a platos gourmands, hábilmente condimentados que deleitarán al comensal, aquí el carpaccio y el tratar están en la tabla de honor o también deleitarse por las recetas preparadas a la parrilla o cocidas a baja temperatura. Langosta bretona, tataki de pato o el ceviche de la casa seducirán a los más exigentes.
Sus productos de tierra, preferiblemente orgánicos y de origen francés son la base de esta delicada cocina combinada con un toque exótico. Su cava no se queda atrás con su bodega abovedada del siglo XVIII que cuenta con una decoración elegante y minimalista. El establecimiento también dispone de un encantador patio aislado del tráfico de la ciudad que sin duda de contagiará de su tranquilidad.